"En lo sucesivo solo se vea entre nosotros una gran familia"
José G. Artigas.

De Banderas:

A raíz de las distintas opiniones de los lectores,es palpable una duda casi existencial y melancólica del votante colorado.Esta es,qué candidato del partido representa las ideas batllistas,ya no ,se entiende ,en cuanto a la estatización,sino respecto a la defensa de los sectores mas desprotegidos de la sociedad,en el sentido de lograr equilibrar derechos,siendo facilitador del acceso a la educación,vivienda,trabajo,justicia,salud,para todos los uruguayos.La búsqueda y obtención de estos fines han sido lo que han llevado al Partido Colorado a gobernar durante tanto tiempo votado por la clase media y baja de la sociedad uruguaya.Pero la mayoría de los votantes ve hoy al Partido Colorado,como representante y defensor de sectores privilegiados,muy relacionado a la oligarquía militarista.La gran pregunta es:¿esta relación es producto de una muy buena y sistematica campaña de la oposición,(blancos y frenteamplistas),o tiene sustento en la realidad?.La respuesta,la debe tener Ud.estimado lector,yo solo creo que el gran error,es haberse alejado del batllismo,porque el Partido Colorado es batllista o no es,y este es el punto crucial.De cual camino tomemos dependera el ser protagonistas de la historia o solo ser el Partido, que en un balotaje,apoye a algún otro,para que lo tenga en cuenta a la hora de repartir puestos.Hemos quedado,lamentablemente, a merced de sectores absolutamente minoritarios que ,hasta diría son antibatllistas.Hemos dejado en manos de demagogos de otros partidos,nuestras principales banderas.Es hora de que las recojamos,es hora de que nuestros candidatos retomen el camino del que nunca debieron apartarce, sin miedo de perder a quienes en realidad nunca debieron estar.



Noticias del Partido

Ideas que no comparto con "Vamos Uruguay":

Mucho se habla en estos días de la inseguridad, así como de los métodos, medidas y reformas para combatirla.
Lo cierto es, que mucho se dice, poco se hace, y casi nada se sabe.
Debo admitir, que me sorprende, y no gratamente, ver con que liviandad e irresponsabilidad se trata un problema tan delicado, y cómo candidatos con pretensiones, proponen solucionar la inseguridad con medidas propias de los mejores tiempos de la Inquisición.
Lo grave, es que con intereses meramente electoralistas, están poniendo en serio peligro, las libertades y garantías individuales que tanto han costado conseguir para ser un país libre, democrático, y republicano.
Puedo entender que las campañas electorales potencien algunas posturas y declaraciones según la conveniencia electoral. Pero es injustificable que se aproveche un justo y cierto reclamo de la sociedad en su conjunto, para dar lugar a los deseos de los sectores más intolerantes y arbitrarios de esa misma sociedad.
No es posible, bajo ningún punto de vista, que so pretexto de combatir la inseguridad, se pretenda avasallar los derechos y garantías individuales, base y fundamento de toda sociedad civilizada.
Me estoy refiriendo concretamente, a las propuestas de incorporar las figuras del agente encubierto, la despenalización del arrepentido, la habilitación del procedimiento de celada, y alguna otra no menos lamentable.
Mas llanamente, esto sería, por un lado, premiar la delación y pactar con delincuentes comunes, con los códigos más miserables y olvidados, en donde el Estado despenaliza los aberrantes crímenes que cometió, siempre y cuando delate a alguien.
Y por otro, tender trampas a presuntos delincuentes para ver si caen o no…, y si sale mal, y bueno, como mucho, morirá algún inocente...
Figúrese un país, en que mañana un delincuente, tentado por la oferta de perdón, se le ocurra acusarlo a Ud. de haber cometido un delito determinado. Siga imaginando que para averiguar si es verdad o no, le ponen un agente encubierto que pretende hacerse amigo suyo, y hasta lo invita a comer a su casa, mientras tanto, le tienden varias celadas, para ver si Ud. pisa o no el palito. Así las cosas, un montón de policías que Ud. nunca conocerá, sabrán vida y obra de sus hijos, esposa, familiares cercanos, amigos, y la amante que quería ocultar. A todo esto ,aparecerá un testigo anónimo, que dirá: ¡Es raro, en tan poco tiempo cambió de auto…! Hasta que por fin, deciden que Ud. es un hombre inocente, no sin antes detenerlo un tiempito, por prevención, vio. Ah…,me olvidaba, si su hijo es menor, es mas sospechoso que Ud.
La pregunta es: ¿se sentiría seguro con semejantes leyes?.
En mi caso, le aseguro, estaría muy inseguro, por un lado, de los delincuentes, que seguirían delinquiendo, como en todos los lugares en donde estas políticas se pretenden aplicar, por el otro, del Estado, a quien lo quiero lejos de mi vida privada, y ni que hablar de los agentes ,esos encubiertos, que ojalá nunca se hagan delincuentes,¿se imagina, con esa información?.
Mas allá de lo jocoso que pueda parecer el relato, no esta alejado de lo que podría llegar a suceder con semejantes propuestas.
¿Que principios y valores tendría un país en donde estas hipótesis se lleven adelante?, estoy seguro que no son los del mío, estoy seguro que menos lo son de un batllista. Me resulta llamativo que candidatos con pretensiones, presenten tamañas soluciones, y lo que es peor, se jacten de éstas como brillantes ideas.
Alguien debe poner en claro ante tanta verborragia, que una cosa es la lucha contra el delito, dar ciertas facultades policiales en la prevención, poner mas personal policial en los barrios, pagarles mejor, darles mejor equipamiento, hacer mapas de los sectores con mas índice de delitos para poder prevenirlos especialmente, etc, y otra muy distinta es pretender un Estado policial avasallador, arbitrario e inquisidor, en donde el individuo no es un ciudadano sino un súbdito, y en donde se penan personalidades peligrosas y no conductas.
Mas allá de las violaciones a la Constitución Nacional, que no es mi finalidad analizar, veo como ciudadano, cuales son las intenciones políticas, que consideración se me tiene como votante, y de que forma se pretende vender gato por liebre, aprovechando un momento en que la sociedad esta harta de tanta inseguridad, el gobierno no encuentra el rumbo por su incapacidad y que el Partido Colorado esta flaco de votos.
Hacer estos planteos hoy, son como ofrecerle una torta rellena de estiércol a un hambriento, y cuando la coma decir: y bueno, él quiso comerla.
Estas pobres propuestas, solo denotan irresponsabilidad y oportunismo político de quienes acompañan y, por lo menos, desconocimiento en aquellos que proponen.
Cualquier persona que aspire a un cargo de responsabilidad de gobierno, ejecutivo o legislativo, debería saber que una sociedad civilizada, debe suprimir la reacción privada y civilizar la reacción penal. No se puede ante el grito de ¡Quémenlo en la hoguera!,dar como solución, que con nafta se hace mejor. Esto también es demagogia, y de la mas vil.
Batllistas: ¡Reaccionemos! .No puede ser ese, el Partido Colorado que queremos. No podemos querer ese “nuevo” Partido Colorado.
Votemos candidatos batllistas. Votemos ideas batllistas.

“Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos . Baltasar Gracián”.
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