Los Imperdonables:

La Nación cultural esta relacionada indudablemente al sentimiento de patria.Una persona pertenece a una Nación cuando se siente ligada a otra, porque comparte una misma historia común, aquello que vivieron juntos, lo que se transmite de una generación a la otra. Así se va construyendo una Nación, arraigándose ese sentimiento en cada persona.Es lo que nos hace decir con orgullo: “los uruguayos somos así”, “los uruguayos tenemos garra”, “los uruguayos vamos de frente”, “los uruguayos somos valientes,…somos rebeldes… “los uruguayos somos batllistas…desde siempre luchamos por la libertad y contra las tiranías”.El orgullo de ser uruguayo viene del pasado, de lo que nos transmitieron. Eso nos hace afrontar el presente y el futuro con la frente en alto.Decir entonces, hay que dejar de ver el pasado, es lo mismo que decir, neguémonos a ser una Nación .Hoy nos encontramos con la posibilidad de decidir si votamos, si o no, a la derogación de la llamada Ley de Caducidad.Ésta no fue otra cosa que una decisión de dejar impune las aberrantes violaciones a los derechos humanos de la última dictadura militar.Se dejo impune el secuestro de personas, desapariciones, violaciones, torturas, robo de niños, homicidios, etc. Cometido todo, en nombre del Estado uruguayo, con el uniforme del glorioso ejercito uruguayo, con las insignias de nuestra patria, con las armas de nuestra patria.Se mostraron ante el mundo entero, como los dueños del Uruguay, y así cobardemente, en secreto, ocultos, respondiendo a intereses extranjerizantes, traicionando a la patria, sembraron el terror desde el Estado. Decidían sobre la vida y la muerte, incluso con otras dictaduras vecinas, decidieron, el exterminio. El Estado Uruguayo decía: “enterralo y tapalo con cal”. “Tirálo al mar”, “torturalo”.Esos mismos fueron los que dijeron: Nadie nos juzga. Si nos llama la justicia, no vamos a ir. Y en ese contexto de extorsión, los demócratas del momento no tuvieron más remedio que apoyar la Ley de caducidad.Lo que significa, que este acto de extorsión, también hay que sumarlo a las demás aberraciones cometidas.La ciudadanía, no sabía lo que sabe hoy respecto de los crímenes, todo se negaba, se desacreditaba, nada se admitía. La voluntad del pueblo estaba viciada por la amenaza y el error.Es así, que hoy, como ciudadanos uruguayos, debemos decidir si está bien o no que estos actos queden impune .Eso es lo que hay que decidir.Si damos o no el castigo social que se merece, es una deuda que tenemos como sociedad de cara al futuro. Después, la Corte Suprema, dirá las cuestiones técnicas y jurídicas correspondientes.No se trata éste de un tema partidario, no se trata de dar vuelta así nomás la página, los países no son cuadernos, los torturadores caminan entre nosotros, los familiares sufren, y los muertos no están en los cementerios.No es venganza ni resentimientos, ¡es justicia!. Ahora, ¿que seguridad jurídica tiene un país que permite que a punta de arma, de sus mismas armas, se renuncie a la justicia?.¿Con que autoridad moral pedimos mayores penas para delincuentes comunes y menores de edad, si creemos que esto debe quedar impune?.Desde Colorados de Maldonado, hemos decidido apoyar el SI, para tener una sociedad mas justa, porque sobre la impunidad no se construye, porque el terrorismo de estado no tiene justificación alguna, porque la injusticia contra uno es una amenaza contra todos. Porque no queremos que mañana alguien crea que se puede dar otro golpe de estado, hacer terrorismo de estado, torturar, desaparecer personas, matar, que nada va a pasar, es allí también donde el pasado influye en el presente y en el futuro.Como decía Couture, cuando el derecho se confronte con la Justicia, opta por la Justicia.